Características
principales: Planetas enanos
Los cinco planetas enanos
del Sistema Solar, de menor a mayor distancia respecto al Sol, son los
siguientes:
·
Ceres
·
Plutón
·
Haumea
·
Makemake
·
Eris
Los planetas enanos son
aquellos que, a diferencia de los planetas, no han limpiado la vecindad de su
órbita.
Poco después de su
descubrimiento en 1930, Plutón fue clasificado como un planeta por la Unión Astronómica
Internacional (UAI). Sin embargo, tras el descubrimiento de otros grandes
cuerpos con posterioridad, se abrió un debate con objeto de reconsiderar dicha
decisión. El 24 de agosto de 2006, en la XXVI Asamblea
General de la UAI
en Praga, se decidió que el número de planetas no se ampliase a doce, sino que
debía reducirse de nueve a ocho, y se creó entonces la nueva categoría de
planeta enano, en la que se clasificaría Plutón, que dejó por tanto de ser
considerado planeta debido a que, por tratarse de un Objeto transneptuniano
perteneciente al Cinturón de Kuiper, no ha limpiado la vecindad de su órbita de
objetos pequeños.
Grandes satélites del
Sistema Solar: Algunos satélites del Sistema Solar son tan grandes que, si
se encontraran orbitando directamente alrededor del Sol, se clasificarían como
planetas o como planetas enanos; por orbitar a los planetas principales, estos
cuerpos pueden denominarse planetas secundarios.
Cuerpos menores: Los cuerpos menores del
Sistema Solar están agrupados en:
·
Cinturón de asteroides
·
Objetos transneptunianos y cinturón de Kuiper
·
Nube de Oort
Un cuerpo menor del
Sistema Solar (CMSS o del inglés SSSB, small Solar System body) es, según la
resolución de la UAI
(Unión Astronómica Internacional) del 22 de agosto de 2006, un cuerpo celeste
que orbita en torno al Sol y que no es planeta, ni planeta enano, ni satélite:
Todos los otros objetos
[referido a los que no sean ni planetas ni planetas enanos ni satélites], y que
orbitan alrededor del Sol, se deben denominar colectivamente "Cuerpos
Menores del Sistema Solar" (Small Solar-System Bodies).
Éstos actualmente incluyen
la mayoría de los asteroides del Sistema Solar, la mayoría de los objetos
transneptunianos (OTN), cometas, y otros pequeños cuerpos. Por consiguiente,
según la definición de la UAI ,
son cuerpos menores del Sistema Solar, independientemente de su órbita y
composición:
·
Los asteroides.
·
Los cometas.
·
Los meteoroides.
Según las definiciones de
planeta y de planeta enano, que atienden a la esfericidad del objeto debido a
su gran masa, se puede definir como cuerpo menor del Sistema Solar, por
exclusión, a todo cuerpo celeste que, sin ser un satélite, no haya alcanzado
suficiente tamaño o masa como para adoptar una forma esencialmente esférica.
Según algunas
estimaciones, la masa requerida para alcanzar la condición de esfericidad se situaría
en torno a los 5 x 1020 Kg .,
resultando el diámetro mínimo en torno a los 800 km . Sin embargo,
características como la composición química, la temperatura, la densidad o la
rotación de los objetos pueden variar notablemente los tamaños mínimos requeridos,
por lo que se rechazó asignar valores apriorísticos a la definición, dejando la
resolución individual de cada caso a la observación directa.
Según la UAI , algunos de los cuerpos
menores del Sistema Solar más grandes podrían reclasificarse en el futuro como
planetas enanos, tras un examen para determinar si están en equilibrio
hidrostático, es decir: si son suficientemente grandes para que su gravedad
venza las fuerzas del sólido rígido hasta haber adoptado una forma
esencialmente esférica. Exceptuando los objetos transneptunianos, los cuerpos
menores del Sistema Solar de mayor tamaño son Vesta y Palas, con algo más de 500 Km . de diámetro.
La dimensión astronómica
de las distancias en el espacio: Para tener una noción de la dimensión
astronómica de las distancias en el espacio, es interesante hacer un modelo a
escala que permita tener una percepción más clara del mismo. Imagínese un
modelo reducido en el que el Sol esté representado por una pelota de 220 mm de diámetro. A esa
escala, la Tierra
estaría a 23,6 m
de distancia y sería una esfera con apenas 2 mm de diámetro (la Luna estaría a unos 5 cm de la tierra y tendría un
diámetro de unos 0,5 mm ).
Júpiter y Saturno serían bolitas con cerca de 2 cm de diámetro, a 123 y a 226 m del Sol,
respectivamente. Plutón estaría a 931
m del Sol, con cerca de 0,3 mm de diámetro. En
cuanto a la estrella más próxima (Próxima Centauro), estaría a 6 332 Km . del Sol, y la
estrella Sirio, a 13 150
km .
Si se tardase 1 h y cuarto
en ir de la Tierra
a la Luna (a
unos 257.000 Km ./h),
se tardaría unas tres semanas (terrestres) en ir de la Tierra al Sol, unos 3 meses
en ir a Júpiter, 7 meses a Saturno y unos dos años y medio en llegar a Plutón y
abandonar el Sistema Solar. A partir de ahí, a esa velocidad, sería necesario
esperar unos 17.600 años hasta llegar a la estrella más próxima, y 35.000 años
hasta llegar a Sirio.
Una escala comparativa más
exacta puede tenerse si se compara el Sol con un disco compacto de 12 cm de diámetro. A esta
escala, la Tierra
tendría poco más de medio milímetro de diámetro (0,55 mm ). El Sol estaría a 6,44 metros . El
diámetro de la estrella más grande del Universo conocido, VY Canis Majoris,
sería de 264 metros
(imagínese esa enorme estrella de casi tres manzanas de casas de tamaño, en
comparación con nuestra estrella de 12 cm ). La órbita externa de Eris se alejaría a
625,48 metros
del sol. Allí nos espera un gran vacío hasta la estrella más cercana, Próxima
Centauro, a 1645,6 Km .
de distancia. A partir de allí, las distancias galácticas exceden el tamaño de la Tierra (aún utilizando la
misma escala). Con un Sol del tamaño de un disco compacto, el centro de la
galaxia estaría a casi 11 millones de kilómetros y el diámetro de la Vía Láctea sería de
casi 39 millones de kilómetros. Habría un enorme vacío, pues la galaxia
Andrómeda estaría a 1.028 millones de kilómetros, casi la distancia real entre
el Sol y Saturno.
Distancias de los planetas: Las órbitas de los
planetas mayores se encuentran ordenadas a distancias del Sol crecientes, de
modo que la distancia de cada planeta es aproximadamente el doble que la del
planeta inmediatamente anterior, aunque esto no se ajusta a todos los planetas.
Esta relación se expresa mediante la ley de Titius-Bode, una fórmula matemática
aproximada que indica la distancia de un planeta al Sol, en Unidades
Astronómicas (UA): Donde = 0, 1, 2, 4,
8, 16, 32, 64, 128.
Donde la órbita de Mercurio se encuentra en k = 0
y semieje mayor 0,4 UA, la órbita de Marte es k = 4 a 1,6 UA, y Ceres (el mayor
asteroide) es k = 8. En realidad las órbitas de Mercurio y Marte se encuentran
en 0,38 y 1,52 UA. Esta ley no se ajusta a todos los planetas, por ejemplo
Neptuno está mucho más cerca de lo que predice esta ley. No hay ninguna
explicación de la ley de Titius-Bode y muchos científicos consideran que se
trata tan sólo de una coincidencia.
Objetos del Sistema Solar:
Unidad astronómica: La unidad astronómica
(abreviada ua, au, UA o AU) es una unidad de longitud igual por definición a 149.597.870.700 metros ,
y que equivale aproximadamente a la distancia media entre el planeta Tierra y
el Sol. Esta definición está en vigor desde la asamblea general de la Unión Astronómica
Internacional del 31 de agosto de 2012, en la cual se dejó sin efecto la
definición gaussiana usada desde 1976, que era «el radio de una órbita circular
newtoniana y libre de perturbaciones alrededor del Sol descrita por una
partícula de masa infinitesimal que se desplaza en promedio a 0,01720209895
radianes por día».
El símbolo ua es el recomendado por la Oficina Internacional
de Pesas y Medidas y por la norma internacional ISO 80000, mientras que au es
el único considerado válido por la Unión Astronómica Internacional, y el más común
en los países angloparlantes. También es frecuente ver el símbolo escrito en
mayúsculas, UA o AU, a pesar de que el Sistema Internacional de unidades
utiliza letras mayúsculas solo para los símbolos de las unidades que llevan el
nombre de una persona.
El nombre proviene de los siglos XVI y XVII,
cuando aún no se calculaban con precisión las distancias absolutas entre los
cuerpos del Sistema Solar, y solo se conocían las distancias relativas tomando
como patrón la distancia media entre la Tierra y el Sol, que fue denominada unidad
astronómica. Se llegó a afirmar que el día en que se midiera este valor, «se
conocería el tamaño del Universo».
Un antecedente directo de la unidad astronómica se
puede encontrar directamente en las demostraciones de Nicolás Copérnico para su
sistema heliocéntrico en el siglo XVI. En el tomo V de su libro De
Revolutionibus Orbium Coelestium (1543) calculó, utilizando trigonometría, las
distancias relativas entre los planetas conocidos entonces y el Sol, teniendo
como base la distancia entre la
Tierra y el Sol. Midiendo los ángulos entre la Tierra , el planeta y el Sol
en los momentos en que éstos forman un ángulo recto, es posible obtener la
distancia Sol-planeta en unidades astronómicas. Ésta fue una de sus
demostraciones para probar que los planetas, incluida la Tierra , giraban alrededor
del Sol (heliocentrismo), descartando el modelo de Claudio Ptolomeo que
postulaba que la Tierra
era el centro alrededor del cual giraban los planetas y el Sol (geocentrismo).
Estableció así la primera escala relativa del Sistema Solar utilizando como
patrón la distancia entre la
Tierra y el Sol.
Posteriormente Johannes Kepler, basándose en las
cuidadosas observaciones de Tycho Brahe, estableció las leyes del movimiento
planetario, las cuales se conocen justamente como «Leyes de Kepler». La tercera
de estas leyes relaciona la distancia de cada planeta al Sol con el tiempo que
tarda en recorrer su órbita (es decir el período orbital) y, como consecuencia,
establece una escala relativa mejorada para el Sistema Solar: por ejemplo,
basta con medir cuántos años tarda Saturno en orbitar el Sol para saber cuál es
la distancia de Saturno al Sol en unidades astronómicas. Kepler estimó con muy
buena precisión los tamaños de las órbitas planetarias; por ejemplo, fijó la
distancia entre Mercurio y el Sol en 0,387 unidades astronómicas (el valor
correcto es 0,389), y la distancia de Saturno al Sol en 9,510 unidades
astronómicas (el valor correcto siendo 9,539). Sin embargo, ni Kepler ni
ninguno de sus contemporáneos sabían cuánto valía esta unidad astronómica, y
por tanto ignoraban completamente la escala real del sistema planetario
conocido, que en aquel entonces se extendía hasta Saturno.
Partiendo de las leyes de Kepler, bastaba medir la
distancia de un planeta cualquiera al Sol, o a la Tierra , para conocer la
unidad astronómica. En 1659 Christian Huygens midió el ángulo que subtiende
Marte en el cielo y, atribuyendo un valor al diámetro de este planeta, estimó
que la unidad astronómica debía ser 160 millones de kilómetros, es decir siete
veces mayor que lo estimado por Kepler, pero de hecho menos del 10% por encima
del valor real. Sin embargo esta medición no era aceptada ya que, como el mismo
Huygens reconoció, todo dependía del valor que uno atribuyera al tamaño de
Marte. Curiosamente, Huygens adivinó con notable exactitud el tamaño de Marte.
Se conocía otro método más fiable, pero que
requería mediciones muy difíciles de realizar: El método de la paralaje. Si dos
personas situadas en puntos alejados de la Tierra , digamos en París (Francia) y en Cayena
(Guayana francesa), observan simultáneamente la posición de un planeta en el
cielo en relación a las estrellas de fondo, sus mediciones dan una pequeña
diferencia que corresponde al ángulo que subtendería la línea París-Cayena
vista desde el planeta. Conociendo este ángulo, y la distancia París-Cayena, se
puede deducir el valor de la unidad astronómica. En la práctica existían tres
dificultades: primero, no se conocían bien las distancias sobre la Tierra ; segundo, la
medición del tiempo no era lo suficientemente precisa como para permitir
mediciones simultáneas entre puntos muy alejados; y tercero, la medición de la
posición aparente del planeta en el cielo debía ser muy precisa. Pasó más de
medio siglo antes de que fuera posible medir la paralaje de un planeta: en 1672
Jean Richer viajó a Cayena para medir la posición de Marte en el cielo en el
mismo instante en que sus colegas en París hacían lo mismo. Richer y sus
colegas estimaron el valor en 140 millones de kilómetros.
Con el tiempo se desarrollaron métodos más
precisos y fiables para estimar la unidad astronómica; en particular, el
propuesto por el matemático escocés James Gregory y por el astrónomo británico
Edmund Halley (el mismo del cometa), se basa en mediciones del tránsito de
Venus o Mercurio sobre el disco Solar y fue empleado hasta principios del siglo
XX. Las mediciones contemporáneas se hacen con técnicas láser o de radar y dan
el valor 149 597 870 Km .,
con un error aparente de uno o dos kilómetros.
Newton reformuló la tercera ley de Kepler. Un
planeta de masa m, orbitando el sol de masa M, en una elipse con semi-eje mayor
a y con un período sideral T, verifica la ecuación
El matemático alemán Carl Friedrich Gauss
(1777-1855) usó para sus cálculos de la dinámica del Sistema Solar como unidad
de masa la masa solar, como unidad de tiempo el día solar medio y como unidad
de distancia el semieje mayor de la órbita de la Tierra. Utilizando
estas unidades, la ecuación anterior se escribe como
Donde k se conoce como la constante gravitacional
gaussiana. Gauss utilizó los valores estimados en su época
Gauss reconoció que el problema con esta
definición es que cuando se determinaran con mejor precisión el año sidéreo y
la masa del sol, el valor de j cambiaría. En 1938, la Unión Astronómica
Internacional (UAI) adoptó el valor de la constante gravitacional gaussiana (y
la unidad astronómica de ella derivada) como una definición en astronomía. Sin
embargo, con la precisión de las medidas actuales, se sabe que el año sidéreo
es 56 segundos más corto que el valor conocido en tiempos de Gauss, y que el
semieje mayor de la órbita real de la
Tierra es unos 17
Km . más pequeño que la unidad astronómica.
En la asamblea general de la Unión Astronómica
Internacional de agosto de 2012 en Pekín se resolvió dejar sin efecto la
definición gaussiana y darle a la unidad astronómica el valor actual de 149.597.870.700 metros .
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