Historia del Líbano
La historia del
Líbano está marcada por su posición de enlace en el oriente del Mediterráneo
así como por su abundancia, en comparación con las regiones vecinas, de
recursos naturales, especialmente agua y madera. Los hallazgos arqueológicos
muestran, ya en el Paleolítico, la presencia de poblaciones humanas.
En la región
del Líbano, al igual que en resto del Oriente Próximo, el Neolítico comienza de
manera muy temprana, hacia el 5000
a . C. En torno al 3500 a . C. comienza el surgimiento de las
ciudades costeras a orillas del Mediterráneo habiendo ya hallazgos en los que
se evidencia una acusada influencia de la cultura de Mesopotamia. En torno al 3000 a . C. tiene comienzo el
comercio con Egipto y también de este periodo son los restos más antiguos de la
ciudad de Biblos. En torno a esta misma fecha se considera el comienzo de la Edad del Bronce en la región.
En torno al 2700 a . C., se produce una
migración hacia la región de tribus semitas provenientes de Canaán, que se
asentarán en ciudades del actual Líbano como Biblos, Sidón, Tiro o Berytos
(Beirut) y de la actual Siria, como la ciudad portuaria de Ugarit. Son los que,
posteriormente, serán denominados por los griegos como fenicios, es decir,
rojos, probablemente debido al tinte rojo con el que comerciaban. En Los nueve
libros de la Historia ,1
en torno a la fundación de Tiro, Heródoto comenta:
Queriendo yo
cerciorarme de esta materia donde quiera me fuese dable, y habiendo oído que en
Tiro de Fenicia había un templo a Hércules dedicado, emprendí viaje para aquel
punto. Lo vi, pues, ricamente adornado de copiosos donativos, y entre ellos dos
vistosas columnas, una de oro acendrado en copela, otra de esmeralda, que de
noche en gran manera resplandecía. Entré en plática con los sacerdotes de aquel
dios, y preguntándoles desde cuando fue su templo erigido, hallé que tampoco
iban acordes con los griegos acerca de Hércules, pues decían que aquel templo
había sido fundado al mismo tiempo que la ciudad, y no contaban menos de 2300
años desde la fundación primera de Tiro.
Heródoto
Una de las
ciudades más desarrolladas de este periodo fue Biblos, que se encontraba bajo
la influencia política y comercial de Egipto, a quien exportaba madera de los
bosques de cedro del Líbano que crecía en las tierras altas interiores. Con el
final del Imperio Antiguo de Egipto, en torno a 2250 a . C., está influencia
declina.
Hacia el 2000 a . C. comienza una
migración de tribus nómadas amorreas que poco a poco irán volviéndose
sedentarias en las ciudades de la costa libanesa, tras la cual, en torno al 1750 a . C., se produce la
invasión de los hicsos, que llegaron hasta Egipto. Es durante este periodo
cuando nace en la ciudad de Biblos el primer alfabeto, el cual representaba las
consonantes. También en esta etapa comienzan las colonizaciones fenicias en
torno las islas del Mediterráneo oriental. Así Tucídides, en Historia de la Guerra del Peloponeso I, 82
y Heródoto de nuevo en Los nueve libros de la Historia afirman: No
menos piratas eran los isleños carios y fenicios. Habitaban gran parte de las
islas y la prueba hela aquí: cuando Delos fue purificada por los atenienses en
el transcurso de la guerra que nos ocupa (la del Peloponeso), y fueron abiertas
las tumbas de los muertos que había en la isla, se encontraron con que más de
la mitad eran carias
Allí mismo vi
adorar a Hércules en otro edificio con el sobrenombre de Tasio, lo que me
incitó a pasar a Taso, donde igualmente encontré un templo de aquel dios,
fundado por los fenicios, que navegando en busca de Europa edificaron la ciudad
de Taso, suceso anterior en cinco generaciones al nacimiento en Grecia de
Hércules, hijo de Anfitrión.
En 1550 a . C., con la dinastía
XVIII, Egipto expulsa a los hicsos de sus tierras y comienza una serie de
campañas militares por Asia y Nubia. Menjeperra-Thutmose el sexto faraón de
esta dinastía, llega a las costas cananeas, comenzando la dominación egipcia de
la zona. Durante este periodo las ciudades-estado fenicias se aliaran con el
Nuevo Imperio en sus campañas contra los hititas, que llegarán a ocupar Ugarit.
Hacia el 1200 a . C. se da un
importante proceso migratorio hacia la región. Por una parte los llamados
pueblos del mar que asuelan todo el Mediterráneo oriental, se asientan también
en las costas fenicias expulsando a los egipcios. Por otra parte los
israelitas, que venían migrando desde 1500 a . C., continúan su expansión por la costa
del sur de Canaán, y tierra adentro, llegando desde la actual Jordania hasta
las zonas montañosas del sur del Líbano. Así en el Antiguo Testamento se
menciona:
Y estos son los
reyes del país, a quienes derrotó Josué de esta parte de Jordán a poniente,
desde Baal-gad, en la campiña del Líbano, hasta la pelada que sube hacia Seir,
país que Josué repartío a las tribus de Israel por herencia, a cada cual su
porción. Además por este tiempo llegan los arameos a las tierras interiores de
Siria y Líbano.
En esta etapa
la ciudad de Tiro, anteriormente tributaria de Sidón, consigue una posición
predominante entre las ciudades del litoral cananeo y patrocina numerosas
expediciones y fundaciones coloniales por todas las costas mediterráneas,
siendo colonias en puntos como Malta, la costa norte de África, llamada
entonces Libia, o Sicilia, en la cual dice Tucídides tenían asentamientos en
toda su costa.
La expansión
fenicia continuó durante los siglos siguientes, llegando hasta la costa del
noroccidental de África y los extremos occidentales del mar Mediterráneo,
alcanzando incluso la costa del llamado mar Océano, actual océano Atlántico. En
este proceso se fundaron ciudades como Gadir (Cádiz), Útica o Axis. En 814 a . C. cuenta la leyenda
que se funda la ciudad de Cartago por Elisa o Dido, hermana de Pigmalión, rey
de Tiro.
Las causas de
estas colonizaciones pueden ser varias; desde la abundancia de plata en esas
tierras, sumada al hecho de que, para los nativos, dicho metal no tenía valor,
hasta la superpoblación de las metrópolis fenicias orientales
A mediados del
siglo VIII a. C., el rey Tiglath-Pileser III (745 - 727 a . C.) de Asiria y
Babilonia, se lanza a la conquista de las ciudades del norte de la costa
fenicia, que hasta el momentro ofrecían le tributo. Tras él, Sargón II (722 - 705 a . C.) llegará a
controlar la isla de Chipre y Senaquerib (705-681 a . C.), hijo y sucesor de
Sargón II, conquistará la ciudad de Sidón. El periodo de la invasión babilonia
será conocido por su dureza, por la que se produjeron algunas revueltas, como
la que se sucedió en Tiro durante el reinado de Esarhaddon. La opresión
babilónica fue tal vez uno de los motivos que favoreció la fundación de nuevas
colonias, ya que es posible que muchos ciudadanos tratasen de huir a éstas,
donde la administración babilónica no llegaba.
Está situación
terminó cuando en 539 a .
C. Ciro II el Grande de Persia conquista Babilonia, haciendo de Fenicia una
satrapía. No parece que la administración persa fuese mal recbida, tal vez al
ser vista como la libertadora de la ocupación babilónica. De hecho, durante las
guerras Médicas, la flota de guerra fenicia supuso el grueso de la fuerza naval
persa, que se enfrentaba a las polis gregas.
Historia: Conquista de Alejandro Magno
En 336 a . C., con sólo veinte
años, llega al trono del vecino Reino de Macedonia el joven Alejandro Magno. Su
padre y predecesor, Filipo II de Macedonia había efectuado la conquista de
nuevas tierras, especialmente en Grecia, y tras su asesinato, su hijo continuó
esta expansión de manera aún más acentuada, dirigiéndose contra un antiguo
enemigo de su reino, el Imperio persa.
Comenzó la
conquista por Asia Menor, en donde los sátrapas persas de la región no
ofrecieron demasiada resistencia hasta la batalla del Gránico, a orillas del
riachuelo del mismo nombre. En la batalla Alejandro fue herido, aunque salvó la
vida gracias a su amigo Clito Melas (el negro). Finalmente, la batalla terminó
como una victoria rotunda del conquistador, tras la que muchas ciudades griegas
de la costa occidental de la península de Anatolia y las islas Jónicas cayeron
o se unieron a la causa del conquistador, facilitando el acceso desde los
Balcanes a los anteriores territorios persas. Le siguió la conquista de algunas
satrapías anatolas más; Licia, Panfilia y Frigia.
En torno al 333 a . C. el avance se
encuentra estancado. Pero ese mismo año, estando Alejandro en la ciudad de
Tarso, en la costa sur anatola, recibe noticias de que el rey Darío III de
Persia estaba organizando una contraofensiva. Para tratar de impedir que
alcanzara la flota persa, amarrada en los puertos de la costa fenicia y cananea,
manda avanzar hacia el sur para tomar la costa alrededor de Issos, una llanura
situada cerca de la costa siria. Con la llegada del ejército persa se producirá
la batalla de Isos, en la que participa el rey persa en persona y en la que
Alejandro resultará de nuevo vencedor, teniendo que huir el primero hacia el
este. Una contraofensiva marítima de los persas en el mar Egeo, al mando de
Memnón de Rodas y su flota, puso en peligro a la Grecia continental, pero
esta amenaza se detuvo después de la victoria de Alejandro sobre Darío III en
la batalla de Isos.
Tras esto,
Alejandro conquista fácilmente Fenicia, con excepción de la isla de Tiro, a la
que debe someter a un largo asedio (de enero a agosto de 332 a . C.), conocido como el
Sitio de Tiro. En ese momento termina el periodo de dominación persa de la
región del actual Líbano, comenzando el periodo helénico o macedónico y con el,
la historia.
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